¿Qué es el periodismo feminista? ¿Cuál es la situación actual de esta práctica en el mundo? ¿Y en España? ¿Cuál es el trabajo de una editora de género?
El periodismo feminista se remonta a los años noventa, cuando diversas profesionales de la comunicación –en su gran mayoría, mujeres– comprometidas con la causa feminista y conscientes del fundamental papel que juegan los medios de comunicación en la perpetuación del machismo en nuestra sociedad, se organizaron por primera vez bajo el nombre de ‘periodistas con perspectiva de género’. Pero, ¿cuál es la diferencia entre el periodismo con ‘perspectiva de género’ y el ‘periodismo feminista’? Hace unos años, declararse ‘feminista’ como medio de comunicación era impensable. Si se hablaba de feminismos, los ingresos económicos y las audiencias bajaban. En general, hoy el periodismo es sexista porque vivimos en un mundo andrógino y sexista. La mayoría de actos que cubren los medios están muy masculinizados, por lo que es muy difícil darle una perspectiva de género a la labor. El periodismo feminista será aquel que visibilice todas las violencias, resiliencias, trabajos sexuales (prostitución forzada vs. trata), privilegios internos y externos de ciertos colectivos de género, a mujeres movilizadas, espacios feministas y marcan los hechos en clave feminista.
Jessica Bennett: "Veo el género como un lente a través de la cual miramos la narración global. Así que esto significa, ciertamente, escribir bajo el feminismo y los roles de las mujeres en la política, la cultura y la economía; pero también significa cubrir la masculinidad, la sexualidad, la fluidez del género, raza y clase, además de observar la ciencia, la salud, la crianza de lxs hijxs y el deporte a través de este lente”
Hace cuestión de dos años (de hecho el 30 de octubre de 2017) Jessica Bennett, periodista y autora de The Feminist Fight Club, fue nombrada la primera editora de género en el New York Times tras publicar un artículo documentado en el medio de denuncias de agresión sexual contra Harvey Weinstein. A partir de ahí, Bennet creó el famoso boletín electrónico (nombradísimo #MeToo) para recopilar, documentar y analizar casos sobre conductas sexuales inapropiadas en distintos sectores. La editora de género escribió sobre cómo el escándalo de Weinstein desencadenó un movimiento global y ha organizado una serie de actos sobre el abuso masculino del poder. Sin embargo, la figura de editora de género no se ha quedado ahí. Otros medios como The Guardian, el Washington Post, BuzzFeed i el FInancial Times han secundado la iniciativa. Es una figura incorporada recientemente en las redacciones y tiene una doble vertientes: ofrecer información de interés para las mujeres y cubrir cualquier tema del medio con perspectiva de género.
Entre las funciones de la editora de género hay: conseguir una mejor cobertura mediática de las violencias, tanto físicas como sexuales contra las mujeres, poniendo el foco en el agresor en lugar de responsabilizar a la mujer; abordar más temas que, hasta ahora, han estado principalmente de interés femenino, como ahora, la maternidad, la crianza o los trabajos de cuidados en general y darles el espacio que requieren en los medios; visibilizar el papel de las mujeres en los distintos sectores; conseguir aumentar el número de mujeres que escriben opinión, que toman decisiones y roles de dirección y también el número de mujeres expertas consultadas como fuente; otorgar mayor protagonismo en el deporte femenino y a la cultura creada por mujeres. En resumen, no sólo se trata de escribir más notícias sobre mujeres, sino que darles más voz. Sin embargo, el trabajo de una editora de género también será mitigar al máximo la brecha de género dentro de la organización de la propia empresa. Es una figura transversal en todas las secciones.
En el Estado español, medios como El País, Eldiario.es y RTVE también han incorporado la figura de la editora de género. En Catalunya, la CCMA y el diario ARA estudiaban si incorporaban el rol a principios de 2018 y para mediados de ese año nace ARA feminismes, el boletín del diario que “te acerca los temas con visión de género, seleccionan contenidos sobre feminismo y género de la semana y hacen una valoración sobre la notícia destacada”. El boletín sale los jueves. En el país existen medios declarados feministas como Píkara magazine (nacida en 2010); una revista que practica periodismo de calidad con perspectiva feminista, crítica, transgresora y “disfrutona”. No se definen como una revista especializada en feminismo sino que tratan todo tipo de temas sociales, políticos y culturales con una mirada feminista. La Directa es un medio de comunicación catalan de actualitat, investigación análisis y debate. Su vocación es contribuir a la transformación social y ejercer la función de denunciar los abusos y las injusticias y potenciar las alternativas. El medio nace en el 2006 para hacer visibles las prácticas de los movimientos sociales, los proyectos políticos, sociales y culturales que plantean un modelo alternativo al actual y los colectivos invisibilizados por muchos medios de comunicación. El diario Crític es otro medio de comunicación especializado en periodismo de investigación impulsado por la cooperativa de periodistas Crític, SCCL. Su principal canal comunicativo es una web donde publican reportajes, entrevistas, artículos de opinión y análisis sobre aspectos de la actualidad política, económica o social, principalmente en catalán (aunque regularmente algunos contenidos son traducidos al castellano).
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