¿Tienes un montón de culillos de vela y no sabes qué hacer con ellos? Derrítelos y conviértelos en velas artesanales.
Un dia me di cuenta que tenía demasiados restos de vela que ya no prendían y me daba mucha rabia que sobrase tanta cera sin quemar. Entonces, mi madre me dio una genial idea: hacer velas artesanales derritiendo las sobras de las que ya no servían.
Para ello, solo son necesarios estos materiales:
- Restos de vela
- Cuchillo
- Pegamento
- Mechas de vela enceradas
- Recipiente inflamable (vidrio, cerámica...)
- Encendedor / cerillos
El primer paso es derretir los restos. Queremos conseguir cera líquida. Para ello, es importante que derritas las velas al baño María. La tarea resultará más fácil si cortas en pequeños pedazos los restos de cera antes de avocarlos al calor. Escoge un recipiente fácil de manejar y vierte los pedacitos adentro. Pon el recipiente dentro de una olla grande con agua hirviendo. Poco a poco, los pedacitos de cera se irán derritiendo hasta convertirse en líquido. Te recomiendo que lo hagas a fuego lento, pues si el agua hierve muy fuerte podría mezclarse entre la cera y provocar 'burbujas' en la futura vela.
En cualquier cerería encontrarás mechas para vela. En este caso, yo escogí mechas enceradas porque son las más sencillas de manejar. Consigue un recipiente donde quieras evocarlas. Puede ser de vidrio, cerámica o cualquier otro material resistente al calor. Evita el uso de plásticos. Deberás pegar las bases de aluminio de las mechas al fondo del recipiente y asegurarte que las mechas se mantienen rectas al momento de evocar la cera derretida.
En este caso mezclé velas naranjas, amarillas y blancas, pero las posibilidades de mezcla son infinitas. Atrévete a jugar con los colores, las capas y las texturas. Si lo tuyo son las velas aromáticas, siempre puedes agregarle aceite esencial de alguna planta. Puedes conseguir estos aceites en cualquier herbolario.
Me apetecía tener una vela grande y luminosa, así que cogí un bote de vídeo que solía usar para galletas. El tamaño del bote me permitió colocarle tres mechas.
¡Et voilà! El último paso es prenderlas (si te apetece).
Reutilizar velas es tan simple como esto: recolectar, derretir y avocar.
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