Construido y colorido desde su masculinidrag y en paz con su feminidad, rudo maricón y bollera, él es Aytor Menta (Él/Elle, 1994). Drag King inspirado en cómics e ilustraciones, travesti y chico trans, hoy lleva 7 años haciendo drag y dos de ellos performando a Aytor Menta. Un camino que ha pasado por muchas etapas, pero si hay algo que ha mantenido en todas ellas es la lealtad hacia sí misme. Sus musas son la naturaleza, el universo, las estrellas, las puestas de sol, los bichos y los dibujos animados. En esta entrevista charlamos del arte de hacer drag king, de la pluma bollera y marica, de la historia del drag y de su personaje y de los ‘salseos’ de su mundillo.
Aytor Menta participó en el tercero del trío de eventos de IDENTIDAD en el Bar la Federica, aunque volverá a performar en próximos eventos de la asociación. Si os lo perdisteis, lo podréis ver a partir de este mes de Octubre, cada sábado noche en Elvira Café, el 25 de septiembre en el evento Churros con Chocolate de la Sala Apolo y el 30 de octubre, a petición del público, dará su show en el aniversario de la Ravalada, en Razzmatazz.
En el evento de IDENTIDAD explicaste que hacer drag king es sacar la pluma bollera. ¿Qué es la pluma bollera? ¿La tienes desde siempre?
Yo nunca me he considerado heterosexual. Nunca he visto la heterosexualiad como lo normal, para mí siempre ha sido lo común. Si he tenido que reconocer que soy bollera, soy bollera desde los ocho años. Me empezaron a atraer las chicas desde muy peque y cojí, lo acepté, lo interioricé, no se lo dije a nadie por miedo y ya está. Para mí la pluma bollera es la expresión de cada mujer lesbiana a su manera. Igual que una persona bollera puede ser súper masculina, si deconstruyes luego la masculinidad, te das cuenta que puede ser tanto femenina como marimacha. Porque, ¿qué es la expresión de la masculiniad? ¿Por qué tiene que ser siempre la hegemónica? Yo al principio pensaba que las bolleras tenían que ser súper marimachas, andróginas, tomboys… pero luego descubrí que no. De hecho, mi pareja actual es súper femenina, pero tiene una energía masculina increíble. Tiene más energía masculina que yo, que performo el Drag King. Entonces yo creo que la pluma bollera puede ser tanto marimacha como muy queer. Depende de la persona y de cómo exprese su pluma. Es conocer a las personas y que te digan cómo se sienten. Dado que a las mujeres las han vendido muy femeninas desde siempre, desde fuera parece que ser bollera significa destacar lo masculino, lo asignado a otro género. Pero luego entran las personas queer, que rompen con todo. Así que a nivel de filosofía actual, creo que es muy interesante el concepto de pluma, ya sea marica o bollera. Por eso, cuando me puse ‘maricón y bollera’ fue porque en su momento me he sentido mujer cis lesbiana y bollera y he sido muy marimacho. Pero me he ido deconstruyendo, he pensado incluso que era un hombre trans, y al final digo: ¿para qué voy a elegir? Si he descubierto el drag y me he sentido el más maricón de todos. Así que ¿dónde está la masculinidad y la feminidad?
Se habla mucho de la pluma femenina en hombres cis-gay, pero en los únicos entornos en los que he escuchado el concepto de ‘pluma bollera’ ha sido charlando con Drag Kings.
Sí, porque los Drag Kings nos hemos dado cuenta de que por mucha apariencia marimacha que podamos tener tanto en drag como fuera, cuando somos leídes como mujeres, muchos tenemos un mogollón de pluma femenina. Pero aunque seamos leídes como mujeres marimachas fuera de drag, somos unos maricones. Somos más femeninos que las propias mujeres femeninas. ¡Y te encuentras con mujeres femeninas que son más machas y más bastas que un arao! La base de la deconstrucción de la que siempre estamos hablando es no juzgar a la persona por lo que ves. Así que por mucha apariencia masculina o femenina que tengas y te lean como te lean, al final esto solo es tu expresión de género. Y la pluma se empieza a leer cuando abres la boca. Aunque también la juzgan por la apariencia. Porque si a ti te leen como marimacha y luego eres súper femenina, te dicen: “uy, tú no tienes pluma bollera”. Pero yo puedo tener la pluma que a mí me de la gana. Por esto siempre digo ‘maricón y bollera’.
¿Qué representa el drag para ti?
El drag para mí no solo es una expresión de género. Mucha gente lo ve como una expresión de masculinidad, pero a mí por ejemplo, me sirve para expresar mi feminidad, lo que me da paz. Siempre he tenido un problema con la feminidad, porque nunca me he visto como una chica femenina. Hace tiempo yo me consideraba chica porque es lo que me decían que tenía que ser. Luego pensé que era un chico trans, y quería hacer una transición. Pasé de ser una chica cis-masculina a pensar que era un chico trans. De ahí nació Aytor, pensando “¿para qué voy a hacer una transición cuando el drag me está dando un poder increíble?” Pero luego me di cuenta que mi masculinidad macha desaparecía con Aytor y se transformaba en feminidad. Se convertía en un chico super queer y femenino. Para mí el drag es una liberación de la expresión de mi género en todos los sentidos. Puedo jugar con él como me da la gana. ¿Que un día me siento más maculino? Pues empiezo un espectáculo súper masculino, pero poco a poco me voy deconstruyendo en mi propio show y acabo siendo súper femenino. O incluso después de acabar el show, cojo el micro y digo lo que me da la gana con toda mi expresión de género y mi pluma maricona.
En Instagram te describes como Drag King, Villian Cartoon, Male Impersonator y NonBinary Pussy. ¿De dónde vienen estos conceptos?
Esto me lo he puesto en inglés este año porque me he dado cuenta que en España hay muy poca cultura Drag King. No digo de referentes, en este sentido ya empezamos a ser un par o tres que nos denominan bastante. Cuando el drag surgió en España no existía el Drag King. Sólo existía el Drag Queen. Pero no el Drag Queen que se ve después de Rupaul’s Drag Race, que es el Drag Queen que representa la feminidad, la belleza o la feminidad fea, horrenda y trash, no. Los Drag Queens en España se denominaban en masculino y eran todas las personas que iban en plataformón de 35cm y llevaban maquillaje agénero. En España existía un grupo que se llamaba las Stress, que eran cinco personas que ahora ninguna se dedica al drag y que están super invisibilizadas. Se vestían con vinilos negros, en plan fetichistas, usaban lupas para aumentar sus bocas, hacían cosas más bien tirando a lo trash y asquerosito. Usaban sangre, prótesis de animales como cerdos, leones, usaban calvas, lentillas… todo lo que ahora vemos como súper alternativo. Lo que más destacaba, que era lo que más se parecía al drag queen de hoy: su maquillaje súper exagerado y el plataformón. El plataformón era lo más básico de un drag queen. En el mismo tiempo, había los drags canarios. Y de ahí surgió el drag real en España. Todo lo demás eran transformistas y travestis, y me da igual lo curradas que estén. Transformistas y travestis, no drags.
¿Cómo haces la diferencia entre el drag y el transformismo?
Como te explico, un drag queen a parte de llevar plataformas, llevan siempre maquillajes agéneros. Un drag queen de canarias casi nunca lo verás con tetas postizas, maquillajes de ‘chica’ o pelucas que se hagan ver como lo que socialmente se asocia a la mujer. Llevan tocados súper extravagantes, la mayoría son cachas y depilados, no hacen espectáculos femeninos, aunque con un poco de pluma, no representan mujeres o personajes femeninos. Son simplemente su esencia Canaria. De ahí viene la esencia drag queen en España. Luego estaban las y los travestis y transformistas. Transformistas masculinos no conozco, así que no puedo hablar mucho. Pero sí que había travestis masculinos incluso desde antes que existiesen los drag queens, porque el travestismo viene desde siempre. La diferencia es que el travestismo sí que incluye una expresión de género. Un travesti, ya sea masculino o femenino, cogía y se cambiaba mostrando a la sociedad otra identidad y expresión de género. Si de por sí se le asociaba un género a esa persona por su apariencia, se transformaba completamente para que la gente pensara que era lo contrario, y ahí jugaban. A demás, el travestismo es todo político, ser drag queen, lo siento mucho, pero no es todo político. El drag siempre ha sido más escándalo, fantasía, trabajo… Ahora las travestis empiezan a trabajar, pero el travestismo no viene de ser un trabajo, viene de ser político. El travestismo viene de, igual, algunas mujeres lesbianas que no se podían casar o que no se podían mostrar en público juntas porque las mataban. Entonces se travestían para que la gente pensase que eran parejas heteros y se pudiesen casar y hacer lo que les diera la gana. Que yo lo digo muy a la ligera porque no lo he vivido, pero obvio tenía que ser súper duro. Pero básicamente la historia que casi nadie conoce del drag es esta, y la diferencia entre drag queen y travestis es esta. Y en España hemos tenido una variedad increíble de escena tanto drag como travesti y transformismo. El transformismo, aunque no lo he conocido mucho, lo que he visto más en España son las folklóricas de antes, que hacían imitaciones de otros personajes reales que ya existían. Ya no era una transformación a otro género, sino que tenía que ver con coger un personaje y copiarlo idéntico. Su pelo, su maquillaje, su coreografía, sus bailes…
Y luego estáis los drag kings.
Y luego estamos los drag kings, que venimos del drag, no solo del travestismo. Es una unión entre drag y travestismo en la que sale una política increíble y en la que, a demás, hay un trabajo. O sea, nos dedicamos a ello, y es fantasía. Los maquillajes de un drag son fantasía, los maquillajes travestis no. Pueden ser una maravilla de maquillajes, pero no tienen este elemento fantástico. Por ejemplo, yo me considero drag king porque para el maquillaje uso un tono de piel muy blanco, con el que nadie nace. Nadie nace con las cejas verdes, con los labios azules, con purpurina, con brillos… por ejemplo, también uso pads de relleno en el culo, las drag queens usan caderas… [en el drag] todo es más exagerado. El travestismo va más a ceñirse a la expresión de otro género e intentar hacer lo más crudo y real posible para que la gente crea que son la expresión opuesta o complementaria a lo que sería su género.
Entonces ¿el drag es o no es político?
Sí lo es. Al final, si creas una duda interna a la persona, haces política. Es algo que puede ser perturbador, rozando al fetichismo, que te pueda poner cachondo sin saber por qué… Yo conseguí uno de mis objetivos políticos, que era que un hombre cis-gay se cuestionase su sexualidad conmigo. Lo conseguí en el Cabaret de l’Eixample. Se me acercaron dos hombres gay que no se conocían. Ellos saben lo que hay debajo. Y me lo dijeron: “sé lo que hay debajo pero por un momento me has hecho dudar de mi sexualidad, y yo soy maricón”. Y cariño, esto es política. No es el deseo, es romper estos deseos con otros. Romper estos fetiches con cuestiones. Por esto en el drag, por A o por B, en algún momento haces política. Seguro. Siempre. Hay drags que trabajan sin cuestionarse nada y sin que les importe la política, pero hacen política igualmente, porque rompen con todo.
Haces política pero también haces arte. Por tanto, ¿te consideras artivista?
Sí, supongo que sí. Para mí la palabra ‘activista’ es muy potente. Hablamos de personas que están muy pendientes y que no dejan de renovarse y de deconstruirse día a día, mostrando cómo está el mundo, informándose, luchando constantemente… a mi ponerme esta etiqueta me cuesta a nivel personal. Cuando era activista mi salud mental decayó muchísimo y por ello lo aparqué. Dejé de ponerme esta etiqueta. Sería difícil que me pusiera la etiqueta de ‘artivista’, pero creo que hago política con mi arte. ¿Que llegue tanto como un activismo? No lo sé. No me voy a considerar yo nada que no pueda asegurar.
¿Cómo nace Aytor Menta?
Aytor tiene una historia en el pasado. A mí me creó mi madre Drag Queen, Lola Menta, quien me impulsó a hacer drag mucho antes que naciera Aytor. Llevo haciendo drag siete años, y con Aytor dos y medio. Y cuando la conocí, ahora hace siete años, yo ya pensaba en hacer drag y ella me ayudó un montón. Aunque no es mi madre por esto, sino porque antes de la pandemia y de que ella se fuese a Got Talent, me vino a ver a mi casa y me dijo: oye, que me voy a llevar todo el arsenal de maquillaje y me apetece hacer un drag king. Hasta este momento yo nunca había hecho drag king antes, había probado algunas cosa en casa, pero no me sabía maquillar como drag king. Maquillaba de monstruo con mi otro personaje pero nunca me había planteado hacer un travesti. Y esto fue lo que hizo Lola. Me empezó a maquillar de travesti a lo natural, con mis facciones destacadas, la piel blanca un poco más contrastada, con el contouring… todo lo básico de travesti. Y flipé. Y me di cuenta de muchas cosas porque me sentí muy a gusto con lo que estaba haciendo. Y pensé: “qué putada no tener binder para hacerme”. Me dejó guapísimo y súper realístico. Porque a parte venía de hacer un máster de maquillaje. Y me dijo: “ay qué pena que sólo sea un maquillaje, me encantaría tener un hijo que se llamara Aytor Menta”. Y le dije que lo podíamos hacer, que por qué no.
Y de aquí surge Aytor Menta.
Lo que empezó siendo un travesti es hoy drag king. El ‘villian cartoon’ viene después, pero el ‘male impersonator’ viene del principio de Aytor, que nació como travesti a raíz de lo que te he contado. Y después de todo esto, dije: “a mí me encanta que me enseñes todo esto, pero maricón, tú te piras a Got Talent y luego a Tarragona yo no tengo dinero para venir a verte y a través de videollamadas me va a costar mucho trabajo aprender a maquillarme así”. Entonces cogí mis herramientas y mis dotes de maquillaje abstractos de fantasía, que ya los tenía con mi otro personaje monstruo, y de ahí nació el ‘villian cartoon’. La idea principal era un dibujo. Lo que pasa es que a medida que he aprendido más con el maquillaje y lo he ido fusionando, me sale más lo que es la expresión villana. Aunque intento mezclarlo un poco con mis ideales. Puedo ser muy maricona mala, a veces, y me gusta callar alguna boca cuando estoy encima del escenario, pero soy buena persona. Y esto también los caracteriza a los Menta, que no nos callamos las cosas.
Siempre se dice que el drag king está invisibilizado. Por ejemplo, en Drag Race nunca ha habido un drag king. ¿Esto tiene sus raíces en la transmisoginia? ¿Por qué pasa?
El por qué, creo que es por lo de siempre. Al final los hombres tienen el poder en prácticamente todo: tienen el dinero y tienen los recursos. Pero creo que se sienten amenazados: tienen miedo de lo que pueda surgir de un drag king, de que estemos a la altura de lo que se considera drag, que un drag king pueda ofrecer lo mismo que una queen o mejor. Hay mucha pelea a nivel político, también porque hay muchas mujeres que hacen drag (Afab queens), y la sociedad es muy misógina. También es verdad que las mujeres trans están mucho más aceptadas en el colectivo drag, pero de cara a los hombres, estan más aceptadas las mujeres trans como drag queens que no los hombres trans como drag kings o las mujeres cis que hacen drag queen o drag king. ¿Existe una transmisoginia? Sí. Pero también te diré que tiene que ver mucho con el falocentrismo. No me gusta hablar de genitales, pero tiene que ver. Ya no te hablo de mujeres u hombres, te hablo de una soceidad falocentrista y androcentrista. Al final parece que si no tienes una polla no puedes ser drag, o artista válido o válide. Yo creo que existe una transmisoginia por parte de los hombres cis a los hombres trans e incluso me he encontrado drag queens que se consideran mujeres trans y aún así han hecho misgendering y te han desvalorado como Drag King. Y son mujeres trans. Y a partir de ahí surge mucho la transmisoginia en el drag king, porque te tratan mal por ser mujer, o te desvaloran por tener coño siendo un hombre. Les da igual que seas un hombre: si tienes coño, parece que tengas que ser menos, porque no te tienes que hacer un tuck. Igual que las mujeres cis que hacen drag queen, no solo están invisibilizadas, es que los demás tienen los santos cojones de decir que lo tienen más fácil porque tienen un coño y dos tetas. Pero ¿en qué momento lo tengo yo más fácil por tener un coño y dos tetas? ¿Te explico lo que me tengo yo que tapar cuando hago Drag King? ¿Te explico las heridas que tengo en el pecho y en la espalda que he tenido que estar dos semanas sin hacerme el binder por trabajar cada semana? Lo que tú te haces en la polla me lo hago yo en las tetas. Es turbio, y es una transmisoginia falocentrista.
Es turbio que dentro del mismo colectivo, que en teoría nos apoyamos todes con todes, se sigan perpetuando las relaciones de poder que encontramos fuera.
Pues sí. Y es muy triste que las mismas personas trans o del colectivo gay (porque solo son estas dos letras), a mí por ejemplo me sigan tratando en femenino yendo en drag, cuando digo cada dos por tres: “Cari, si yo te trato de ella, ¿tú a mí porque de él, no?”. El otro día me acerqué a una drag queen con la que coincido seguido, y le dije: “oye cariño, esto de presentarme en femenino como la host, se acabó. ¿Verdad que tú eres una señora y quieres que te trate de ella? Pues yo soy un señor y quiero que me trates de él”. Esto de decir: “la host Aytor Menta”, se acabó. Y no ha vuelto a ocurrir más. Pero, ¿qué pasa? Que cada vez que tengo un bolo y coincido con algunas queens, tengo que tener la misma discusión, cosa que las drag queens no van a tener en su vida. Porque entre maricones se tratan de ella y entre drag queens se tratan de ella. Y luego está la excusa de siempre de: ‘bueno, es que yo trato de ella a todo el mundo’. Y ahí está el falocentrismo muchas veces, porque las mujeres trans que han hecho drag queen me han dicho lo mismo.
Hablemos un poco de referentes. Mencionabas a Lola Menta como tu madre drag.
Lola no es un referente, ella es mi madre y mi amiga. Referentes drag a nivel político no tengo ninguno, de hecho. ¿Maquillajes? Me puedo inspirar en alguno que encuentre, pero de drag kings, de drag queens, de drag monsters… al final en lo que me inspiro, mis referencias son el universo. Me encantan las nebulosas, las estrellas, los planetas, los dibujos animados… Me encanta la biodiversidad, los bichos, me puedo inspirar en una puesta de sol. Con Lola tenemos esto en común, por esto cuando nos maquillamos juntes nos lo pasamos pipa. Pero realmente yo no tengo referentes drag. Me inspiro con la música, mis grupos favoritos como Parálisis Permanente. Son referentes musicales muy diferentes, te puedo decir desde Britney Spears hasta Parálisis Permanente que es Punk de los 80’s. Pero básicamente son los colores y la fantasía. Me encantan las flores.
¿No tienes referentes porque prefieres inspirarte en la biodiversidad y en la música, o porque directamente no los hay?
Aquí en España no los había, pero solo hay que abrir redes sociales para encontrarte una cantidad de Drag Kings que son una fantasía. Desde Androgyn King a King Perkasex… De hecho yo sigo a uno en los Estados Unidos que se llama Rusty Hammer que es una maravilla de drag king. Androgyn King fue de los primeros que conocí, que es puro arte esta persona. Es una acuarela viva, es increíble. Son personas que he visto sus maquillajes y me flipan pero no sigo su carrera. Tener un referente es seguir pasito a pasito la carrera de alguien, que te encante todo lo que hace, que te intentes amoldar a su referencia… y yo no. Yo puedo ver tropecientas cosas y luego creo mi drag. En lo que sí que tengo referencia es en los shows. Yo veo un Show de Rusty Hammer, veo su actitud “old school” que un día te puede ir super de hippie, otro día te puede ir de motero, otro día con un traje de colorinchis, otro de purpurina.. es una pasada. El cómo muestra su masculinidad me parece super guay. Puedo ser fan pero no tomo esta gente como referente porque su drag no me representa. Su drag es su esencia y yo tengo la mía y voy sacando de donde me nace. También me fijo mucho en películas o cortos. Casi siempre son de dibujos animados porque es lo que más me gusta. Me encanta Toy Story, el personaje de Buzz Light Year me flipa. Mi inspiración es Pixar, Dreamworks… soy un mocoso, me encantan los dibujos. El otro día con mi novia vimos mogollón de películas de Pixar, que cada vez salen nuevas y más deconstruidas. Y vimos la versión en personajes reales de Aladín, que nos encantó porque le han quitado todo el machismo que han podido, en comparación a la de dibujos. Una maravilla. ¿Tú sabes lo que me inspira a mí el genio? Si yo tengo que decirte referentes, te diría antes dibus que no personas. Me flipan los dibus. Ya no es solo que sean de colores, son sus actitudes extremas, las caras que ponen. Siempre me dicen que mis caras durante los shows gustan mucho, pero yo saco esas caras de los dibujos animados. Mírate una película de Toy Story y las caras que ponen son parecidas a las que pongo yo a nivel show, performance, y maquillaje. Mi estilo va por ahí.
Tuviste a una mamá drag que ayudó a que naciera Aytor Menta, pero hay mucha gente que no tiene la misma suerte. ¿Qué les dirías a las personas que se inician en el mundo del drag king?
Primero les diría que lo correcto y lo incorrecto en el drag es bastante subjetivo. Les diría que buscaran a nivel personal dónde está su punto de confort. Que hagan introspección en cómo quieren liberarse y en qué quieren liberarse. En su casa, con un espejo delante, y aunque sea con cuatro ceras del carnaval, se intenten generar un maquillaje. Que si realmente sienten algo como yo siento con los dibus, por ejemplo, que no se avergüencen de ello. Que lo hagan. Aunque se trate de emociones. Por ejemplo, a mí me mueve la locura: me encanta volverme loco en el escenario. Poner los ojos del revés y reírme a carcajadas y que parezca que se me haya ido la olla, eso me flipa. Pero claro, cuando estás en la calle te avergüenzas de ello. Entonces yo diría esto: busca lo que te hace realmente feliz, aunque no encaje en la sociedad, y sácalo primero en tu casa. No hace falta ni que te grabes. Lo sacas, te miras en el espejo, y lo sacas en drag. Ahora: hay algo de lo que se habla muy poco. Hay una diferencia muy grande entre el personaje y la persona. Y hay que tener muy claro que son diferentes y que entre ellos tiene que haber una línea que no debe ser fina. Tiene que haber un muro. Tienes que tener claro cuando vas en drag que eres un personaje, que eres ficción, y que cuando te bajas de este escenario eres una persona. ¿Por qué explico esto? Porque si yo empezara a hablar como el Pájaro Loco a la gente, se quedarían a cuadros. O si después de un show, cojo el micro y empiezo a decir barbadirdades, la gente no lo va a entender. Tiene que haber una línea gruesa que separe el personaje de la persona. El personaje es ficción, es interpretación. La persona tiene que ser responsable y coherente con lo que hace. Porque se puede hacer mucho daño o crear violencia y ofender. Por eso, aunque veces me saque cosas del paquete y se lo de de comer a una persona, en mi vida lo haría en vida real, porque sería una intrusión muy grande. Básicamente esto lo digo porque cuando haces drag king puedes llegar a performar masculinidades muy tóxicas. Puedes llegar a performar el típico machito de barrio, anti-maricones, misógino de mierda, toca-culos o mete-manos, el ser más asqueroso que te puedas encontrar, solo porque vas a hacer parodia de él y te vas a reír en su cara y de paso, tal vez ofender a algún machito. Y ahí está el drag. Pero cuando te bajas de ese escenario, tienes que dejar todas esas actitudes en el escenario y tratar a las personas como se merecen: con respeto. Y más siendo de tu colectivo. Creo que eso es primordial cuando empiezas a hacer drag: que todo lo que hagas en drag sea en un escenario. Pero luego tienes que volver a ser tú, mantener de dónde vienes y el por qué estás haciendo esto. Recordar quién eres y lo que has vivido.
¿Hay drag sin escenario?
No. Yo no creo en esto, lo siento. Sé que lo dice muchísima gente, pero para mí no. Yo creo en la política en el escenario y fuera. Creo en el travestismo en el escenario y fuera. Pero el drag incluye estética, maquillaje y show. Tú puedes hacer un show fuera de drag, pero no será drag para mí. Porque no incluye una formación estética y el drag tiene mucho trabajo estético. Yo tardo dos horas en montarme. Sé de gente que tarda hasta tres horas. Con tres o cuatro productos ya tienes un maquillaje travesti y una política y ya puedes hacer un show. Yo tengo un arsenal entero de maquillaje, ropa, accesorios... ¿Me explico? Igual he tenido amigues maquilladores que me han dado y regalado, eso tengo que decirlo. Pero si tú vieras lo que vale el máster de maquillaje…
Y aún más si, como me cuentas, hay drags que hacen cursos de magia, de baile, de interpretación…
Claro, porque el drag es un show. Por mucho que sea político, es un show. Puedes meter política y calle, pero el drag incluye una transformación, es una construcción fantástica. Por eso cuando te hablaba de fantasía te decía fantasía de verdad, no de la expresión ‘qué bonito’. El drag es fantasía.
El drag entonces incluye audiencia, escenario, preparación, ensayo…
Aunque te montes y te pasees y hagas de host, estás haciendo una performance, porque incluye un personaje. Pero si no te transformas físicamente en él, no haces drag, haces política y teatro, y el drag no es solo eso.
¿Qué deseas para el futuro del drag?
Me gustaría que hubiera más cariño en el colectivo. Que no se vieran tanto las diferencias y las apreciáramos. Siempre hablamos de amar la diversidad. Pues me gustaría que a parte de en redes, esto se cumpliera. Me gustaría que a la hora de señalar que alguien se está equivocando, se hicera con respeto. Que no hubiera odio. Que realmente estuviéramos unides en contra de lo que nos oprime. El drag parece muy bonito, complementario, pero entre queens, ellas mismas se exponen en redes, no hablan, no hay asamblea… y al final todo esto me parece muy triste. Ya en drag y fuera. Me parece muy triste porque somos un colectivo y parece que estemos divididos y así no ganaremos nada. Ganaremos malos rollos y eso hace que no avancemos en lo que realmente queremos. Y por favor, la sociedad falocentrista que se rompa ya, porque estoy harto de que me discriminen por tener vagina. No tengo ningún privilegio por tenerla. Que me discriminen duele mucho. Así que yo creo que deberíamos dejar a un lado la discriminación y ser un colectivo con mas cariño y respeto.
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